Capítulo
cuatro: Ambiciones
Eran las tres de la mañana y Jake y Jinxx estaban tirados
uno encima de otro en el sofá del salón, viendo una película pornográfica, que
a pesar de los gustos de ambos chicos, lograba provocarles un pantalón apretado
ya que Jake odiaba ver a hombres, Jinxx debía conformarse con algo de mujeres.
Andy era el único que prácticamente sobraba ahí. Como sus
únicos amigos, estaban de vagos viendo televisión, a él le tocó limpiar todo su
desastre. Eran las tres de la mañana y el volumen del televisor estaba muy
alto, sentía que estaba viviendo el porno, pero estaba muy lejos de excitarse.
Estaba en el suelo con un cepillo de mano, y una pequeña cubeta con jabón,
limpiando los restos de soda que quedaron regados por el azulejo fino y áspero
de su casa, dejándola pegajosa.
Aunque estaba como cenicienta en el piso, se tomaba la
molestia de pensar un poco sobre las metas en su vida. Estudiaba la el primer
año de preparatoria, pero lo que más le gustaba era gritar. Sí, tenía una voz
bastante fuerte para su edad y le gustaba explotarla por sobre los debates, más
centrado en la música. Tenía pinta de líder, pero le intimidaban al mismo
tiempo. Debía mejorar eso.
Por otra parte, amorosamente, nunca había encontrado
alguien. En sexto grado una niña pecosa, de lentes y rubia con dos coletas a
cada lado de su cabeza, le había dicho que él era lindo. Pero entonces lo único
que hizo fue reírse e irse con Jake —que aún no tenía pareja—, a buscarlo y a huir de aquello.
Siendo sincero, Andy se sentía más atraído
por los chicos, incluso al principio le gustaban sus propios amigos —incluyendo
a Jake—, pero el hecho de que eran demasiado pesados para él, no le gustó.
Aunque sonaba un poco estúpido, quería un Romeo.
Como un chiquillo de dieciséis años
tenía bastantes inquietudes sobre la sexualidad, y es que él era altamente
bisexual, sus amigos no. Jake era gay completo al igual que Jinxx, pero Jake
tenía su ego muy fuerte y alto, imposible de pisotear y eso lo hacía
extremadamente raro, a comparación de Jinxx, que fácilmente podrían decirle
nenaza y se echaba a llorar.
—¿Chicos? — Preguntó levantándose
del suelo, dejando todo regado y yendo hacía el sofá libre.
—¿Qué?
Andy se mordió el labio y por un
momento y se pensó muy seriamente en la reacción de Jake. No la de Jinxx, si no
la de Jake. Podría tomárselo tanto a pecho que podría ahorcarlo, por creer que
estaba burlándose de ellos o más bien de él. No dejaba que el hecho de tener
novio le hiciera menos.
—Uhm... ¿Cuándo decidieron ser Gays?
— Preguntó rojo de las mejillas y blanco de los nudillos de lo fuerte que
tomaba el filo de su camiseta. Jake giró la cabeza, alzó una ceja y lo miró
mal. Andy sintió que se pararía a darle por culo.
—Cuando tú decidiste ser Bisexual—.
Contestó Jake.
—Oye, cállate—. Le golpeó Jinxx al
notar la mala espina de Jake en su respuesta—. Andy, nunca. No es algo que
hayamos decidido, no es como levantarte de tu cama una mañana, y tomar unos
jeans y zapatos.
Andy lo miró y vio como Jinxx se
levantaba del pecho de Jake para hablar mejor con él y lo agradeció
infinitamente aunque Jake se pusiera celoso.
—Ya, pero ¿Han intentado salir con
alguna chica? —Jinxx señaló a Jake, y los ojos de Andy viajaron a él. Eso no lo
sabía— ¿Cómo fue?
—No es algo de lo que quisiera
hablar.
—Vamos, cuéntale al pequeño Andy
como fue—. Jinxx se inclinó hacía él y le propino un lametón en la mejilla que
hizo saltar a Andy en su lugar, poniéndose nervioso por ver aquello. Jake
suspiró y se desparramo en el sofá acomodando su cabeza hacia atrás para
comenzar a hablar.
—Uhm, era una chiquilla mucho
menor que yo, se llamaba Abigail y digamos que solo la invité a salir, por tres
o cuatro días. Nunca quise besarla, era fea la pobrecita. Quizás por eso no
funcionó, tal vez debí buscarme una más buena, y con curvas— Jinxx abrió la
boca y volteo a verlo, como era de esperarse, su novio le ignoró—. Bueno, uhm,
el ultimo día quise acostarme con ella, pero digamos que no me excitaba. Como
dije era fea. Además me sentí acosado.
—¡Yo no sabía eso! ¿¡No que era
muy amigo tuyo!?—Jake se encogió de hombros y lo dejó pasar—. Bueno, ya, pero
¿Con alguien más? — Andy insistió.
Jake levantó una mano hacia la cabeza de Jinxx y lo
señalo.
—No, después de aquello Jinxx
apareció cayéndose como tonto de una bicicleta, frente a mi casa mientras me
fumaba unos cigarros y ya sabrás.
—Joder, ¡Que no me caí de la bicicleta!
Sólo, la gravedad me jaló—. Se defendió Jinxx casi pateando el suelo.
—Ajá, claro, por supuesto, seguro,
la gravedad. Sobre todo—. Andy interrumpió de nuevo.
—¿Cómo saben o no creen que no es
solo una fase?
Jake y Jinxx se miraron dudando de
aquella pregunta y ambos maquilaban respuestas diferentes en sus cabezas,
alguna que sonara buena, y sobre todo, realista.
—No lo creo—. Aseguró Jinxx—, a mi
me gusta Jake y me gusta mucho, no es una fase, es que sé que le amo y digamos
que se trata de la vida misma ¿Entiendes? — Andy asintió, pero realmente no
había entendido nada.
—Y ¿No les importa que les
molesten? — Pregunta estúpida se abofeteo mentalmente Andy.
—No—. Contestaron en unisonoro. —
No nos importa, y si alguien nos intenta denigrar, fácil puedo hacerlo rodar—.
Finalizó Jake.
—Y… ¿La iglesia?
Jake soltó una carcajada tan
fuerte que casi les reventó los tímpanos a los dos chicos menores.
—Andy, por dios, esa pregunta.
Sabes que la iglesia es imagen, nadie puede asegurarte nada ahí, solo es una
forma de sacarte dinero, ya sabes, como la política, pero esta vez o más bien
en esta situación, ocupando imágenes ‘divinas’ y la creación de la humanidad
como algo maravilloso. Las personas que están dentro de una iglesia no son benditas,
son personas corrientes, que hacen creer muchas cosas. “Dios ama a todos por
igual”… “La biblia prácticamente nos niega a nosotros los homosexuales”.
Contradicciones hay muchas. ¡Es una farsa chiquillo tonto! No lo creas.
—¿Por qué? — Preguntó de nuevo.
—¿Por qué, qué?
—¿Por qué todo el mundo nos
desprecia? ¡Mi madre! ¡Si ella se enterara sobre mi gusto por los chicos, me castraría.
—Las personas fueron/fuimos
creadas para reproducirnos. Hombres con mujeres, para crear y crear las
sociedades. Pero yo creo que por algo existen los sentimientos y con eso me
refiero a los sentimientos entre personas del mismo sexo.
Andy lo pensó.
Además la mirada de esos dos era
muy dulce que sentía que el amargaba con su presencia. Claramente a ninguno de
ellos dos les importaba lo que les sucedía alrededor, Jake con su ego muy
fuerte, rompía brazos y piernas si quería y Jinxx siempre andaba colgado de su
cuello. Y por esa razón nadie les atentaba.
Ambos eran guapos y simplemente no
podía imaginar las embolias de las chicas. Esas que cuando los miraban por
separado, les atraían físicamente, intentaban ligarles y lo sentían difícil;
pero en cuanto los veían juntos y besándose, explotaban y hasta vomitar su
desayuno querían las pobres.
Él estaba consiente en que la
religión la homosexualidad estaba condenada, y era algo que a él le asustaba —solo
un poco—, pero él aún creyendo que era así, teniendo una pareja, entonces
estaría juntos si murieran. Pero ¿Y si moría sólo, sin pareja?
Sacudió la cabeza y concentró su
mirada de nuevo a sus dos amigos que ahora estaban besándose enfrente de él.
Les miró con la boca abierta y luego se carcajeo mentalmente. Parecía
pervertido.
—Y díganme — Andy se aclaró la voz—,
¿Quién de ustedes dos es la mujer?
Jinxx se despego de Jake
empujándolo y cuando planeaba aventarse contra Andy, Jake soltó un bajo “él”
que le hizo girar y atacarlo a él con rasguños y golpes ligeros, terminando los
dos acostados de nuevo abrazándose. Jinxx definitivamente era muuuy afeminado.
—Pequeño Andy, eso es algo que
jamás se pregunta.
Andy apuntó eso mentalmente y les
dejó de nuevo para irse a tirar al suelo a seguir limpiando.
;;;
Enseguida en la mañana, Andy
estaba rodando en el suelo. No había pegado un ojo en toda la noche por dos
razones: Seguía muy ocupado pensando sobre una relación gay para él y los
ronquidos de Jake. Roncaba tan fuerte que golpeo su cabeza contra el azulejo
del suelo y luego le dolió. ¿Cómo es que a Jinxx no le molestaba aquello? Por
dios. Parecía que le mataban.
“Cuando te gusta alguien, no le
vez los defectos.” Murmuró Jinxx, cuando Andy le había pedido que le tapara la
boca con algo y luego peguntándole sin a él no le molestaba.
La luz del día comenzaba a aparecer en su ventana y Andy
ya se sentía con ganas de levantarse corriendo y hacer un millón de cosas.
Bueno, ese un millón de cosas era una carta perfecta. La carta perfecta para
Oliver.
Trató de forzar su mente, imaginando la cara de Oliver sin
esa mueca tan rara en la cara. Sus manos sostenían la foto e incluso estaba
doblada, para solo poder apreciar lo principal. A él.
Cuando no soportó más el suelo, se levantó de ahí para
correr a sus pequeña mesa que ocupaba para sus tareas y tomando una hoja de
reciclaje, comenzó a escribir un grande y con paciencia “Querido Oliver:”
—¿Qué haces?
Jinxx estaba despertando y estaba
sorprendiéndolo haciendo algo que para ellos era chocante y estúpido.
Rápidamente jaló un libro de geografía grafica, y colocó sobre la hoja que comenzaba a ser escrita y lo abrió sobre cualquier página dejando ver el mapa de Estados Unidos con colindancia a Canadá.
—Nada—. Murmuró bajo buscando su
ciudad y la ciudad de él. No recordaba que estuvieran tan lejos. Alrededor de
diez horas en coche o autobús, dependiendo del trafico, su estómago y su
vejiga. Mucho tiempo, con el trasero fijo en un asiento.
—¿Nada? — Se escuchó como sus pies
golpeaban el suelo y se acercaba arrastrando los pantalones de pijama de Andy,
pues aunque fuera más grande que él por edad, Andy era una tremenda jirafa a su
lado.
—Estudio… Los estados.
—Andy, eres muy inteligente como
para… — El ronquido ahogado de Jake les hizo voltear y vieron como este se
acomodaba boca abajo para seguir durmiendo.
Andy tomando eso como distracción,
cerró el libro de golpe y se levantó de su silla de computador, atrayendo la
mirada de Jinxx, ambos rieron un poco y luego colocándose las pantuflas de
garras, caminó en silencio, para salir hacia la cocina. Jinxx no dudo en
seguirle dejando a Jake durmiendo.
Ambos bajaron las escaleras encontrando todo a su paso muy
limpio, y es que Andy ni siquiera había limpiado bien toda la soda regada. Eso
significaba que los padres de Andy habían llegado y eso significaba también una
buena reprimenda por el desastre… y ah, por —sobre todo—,
haber dormido con sus amigos en su cuarto.
En cuanto pisó la cocina, su mamá se giró asustada hacía
él. Luego soltó un suspiro y sonrió para los dos chicos que parecían con cara
de ‘sueño’. Uno por no haber dormido nada y el otro por querer seguir
durmiendo, pero sabiendo que es inapropiado para estar en casa ajena.
—Andy, ¿dejaste tirado soda por el
suelo anoche? Sabes que eso no se hace, no debes estar jugando con la soda, te
manchará la ropa y te pondrá horrible tu cabello, además de que puedes dejar
manchado el suelo y los sofás del salón, estas en serios problemas, jovencito.
—Sí—. Contestó casi con miedo a
sus palabras, y tan rápido que más bien se escuchó como un murmuro. Jinxx le
pateo debajo de la mesa y Andy alzó la mirada, viéndole rojo. Se quería reír
pero no podía.
Le aventó una patada con su larga
y fina pierna de adolescente que le cayó un poco mal a Jinxx que enseguida sacó
todo el aire de sus pulmones y dejó caer la cabeza a la mesa haciéndola sonar.
Amy los miró con el entrecejo fruncido y Andy aprovecho para hablar.
—¿A dónde te llevó papá?
—¡Andy! ¡Eso no se pregunta! —. Le
gritó sonrojada Amy. Andy había logrado su intención.
Poniendo dos platos en la mesa para los dos adolescentes,
con cubiertos y un vaso de malteada de chocolate, más un bote pequeño de
mermelada y uno más grande de miel, colocó un plato extra con hot cakes para
que cada chico desayunara a su antojo. Salió dándoles privacidad en la cocina,
pero no la suficiente como para que aquel chico gay violara a su hijo.
—¿No pensabas huir a donde quiera
que sea allá, verdad? — Preguntó Jinxx tomando un hot cake, partiéndolo con
elegancia y mirándolo para luego fruncir los labios y alcanzar la mermelada y
la miel con su mano libre. Y seguía sin mirarlo.
—¿Qué? —. Andy optó por hacerse
menso, era la mejor idea que le había ocurrido jamás y la ocupaba para casos de
emergencia como este.
—Escribías una carta a ese sujeto
taaaaan vago.
—Tú tienes tatuajes y no eres vago—.
Infló su pecho y miro a Jinxx soltar el tenedor haciéndolo sonar contra el
plato. Pero entonces soltó todo el aire cuando vio que realmente no le había
molestado, más bien iba a tomar un sorbo de chocolate.
—Es diferente, lo sabes.
—Claro que no—. Defendió Andy—,
pues no lo conoces, quizás es un empresario…
—No contratan en empresas a
sujetos con tatuajes, lo sabes.
—¿Qué me dices de ti? — Atacó Andy
de nuevo con lo mismo. —También tienes tatuajes ¡Y no lo niegues! ¡Entraras a
una empresa! ¡Jake también! Bueno, no a una empresa, pero trabajará, tendrá profesión.
—Vale, pero que son de nuestros
padres ¿te cae? ¡Pero tú no entiendes! No sabes quien es ¿Un violador?
¿Secuestrador? ¿Asesino? Andy, las apariencias engañan, y tú, no te engañes
pequeño gato, estás muy chico para pretender hacerte el maduro. No es seguro y
te pones en riesgo mandando cartas, y peor aún, poniendo tu remitente. Pésimo
Andy, pésimo—. Jinxx agarro un pedazo grande de hot cake y lo llevo a su boca
para luego casi ahogarse y tenerse que golpear ya que Andy no parecía muy
animado en hacerlo.
Tomo chocolate y respiró cuando su garganta estuvo libre.
Andy tomó un hot cake y lo paso a
su plato llenándolo de mermelada y miel hasta gotear. Se sintió un poco mal por
aquello que Jinxx le decía. Cada vez que Jinxx le soltaba cada palabra casi
como un regaño o insulto, su tenedor que tomaba el hot cake, cortaba y
despedazaba al mismo tiempo la comida, comenzó a sentir ansiedad e impotencia,
mientras que Jinxx seguía soltando cada barbaridad casi pareciera que en su
contra. Sus ojos se sintieron arder y su tenedor seguía golpeando el plato con
mayor fuerza queriendo pararse y golpearle en la cara.
Su enojo fue interrumpido por un
Jake somnoliento en la puerta de la cocina, recargado y tallándose los ojos. Su
expresión fue tan divertida que casi olvido que estaba por partir una cara.
—Noetabn—. Habló Jake con la
garganta y boca tan pastosa que ni se le entendió tanto. Pero había a la mano, un
lindo y ojiazul, además de chocante también, traductor.
—Estabas roncando Jake, no dejabas
dormir bien—. Reclamó Jinxx para luego dejar su desayuno y comenzar a servirle
en su mismo plato a su novio. Muy flojo como para tomar otro. Jake bostezó sentándose
al lado de Jinxx y recargó su cabeza en su hombro cerrando los ojos.
—Por cierto Andy ¿Qué te pasa?
Tienes los nudillos blancos y entierras el cubierto en el plato.
—Nada, lo siento, tengo sueño, eso—Lo
soltó y respiró hondamente—, voy a bañarme, desayunen y luego… no sé, se bañan—.
Balbuceo y luego salió corriendo escaleras arriba.
Sin hacer caso a los llamados de
su mamá y de sus amigos, corrió a su cuarto y se encerró, poniendo el seguro a
la puerta y camino hacia su escritorio.
Ese tal chico Oliver no se le hacía
mala persona, Jinxx exageraba en todo y esta vez no era la excepción.
Aunque aquel chico tenía más tatuajes que sus amigos, Andy, creía que era igual de inofensivo que ellos, realmente una persona no puede dañarte. Además en la carta sonaba lindo y amigable. ¿Y si mentía?
¿El también debería mentir un
poco?
‘Querido Oliver:
Gracias por las fotos y tú foto, me causo mucha gracia, me pareces una
persona tan simpática y me alegra haberte conocido por medio de fotografía. Me
sentí tan bien al haber recibido la carta, realmente creí que nadie la
contestaría y como ahora cada vez me queda menos tiempo de vida…’
Mentiría solo un poco hasta
descubrir un poco más de ese tal Oliver.
jdksdfa no recuerdo si comenté en el capitulo anterior (shit! ._.) Well, ahorita veo xdddd
ResponderEliminaralalala y nada, seguiré leyendo XDDD
aiiooos!!(?)