viernes, 16 de agosto de 2013

Por medio de cartas: Capítulo cuatro.




Capítulo cuatro: Ambiciones 

Eran las tres de la mañana y Jake y Jinxx estaban tirados uno encima de otro en el sofá del salón, viendo una película pornográfica, que a pesar de los gustos de ambos chicos, lograba provocarles un pantalón apretado ya que Jake odiaba ver a hombres, Jinxx debía conformarse con algo de mujeres.

Andy era el único que prácticamente sobraba ahí. Como sus únicos amigos, estaban de vagos viendo televisión, a él le tocó limpiar todo su desastre. Eran las tres de la mañana y el volumen del televisor estaba muy alto, sentía que estaba viviendo el porno, pero estaba muy lejos de excitarse. Estaba en el suelo con un cepillo de mano, y una pequeña cubeta con jabón, limpiando los restos de soda que quedaron regados por el azulejo fino y áspero de su casa, dejándola pegajosa.

Aunque estaba como cenicienta en el piso, se tomaba la molestia de pensar un poco sobre las metas en su vida. Estudiaba la el primer año de preparatoria, pero lo que más le gustaba era gritar. Sí, tenía una voz bastante fuerte para su edad y le gustaba explotarla por sobre los debates, más centrado en la música. Tenía pinta de líder, pero le intimidaban al mismo tiempo. Debía mejorar eso.

Por otra parte, amorosamente, nunca había encontrado alguien. En sexto grado una niña pecosa, de lentes y rubia con dos coletas a cada lado de su cabeza, le había dicho que él era lindo. Pero entonces lo único que hizo fue reírse e irse con Jake  —que aún no tenía pareja—, a buscarlo y a huir de aquello. 

Siendo sincero, Andy se sentía más atraído por los chicos, incluso al principio le gustaban sus propios amigos —incluyendo a Jake—, pero el hecho de que eran demasiado pesados para él, no le gustó. Aunque sonaba un poco estúpido, quería un Romeo.

Como un chiquillo de dieciséis años tenía bastantes inquietudes sobre la sexualidad, y es que él era altamente bisexual, sus amigos no. Jake era gay completo al igual que Jinxx, pero Jake tenía su ego muy fuerte y alto, imposible de pisotear y eso lo hacía extremadamente raro, a comparación de Jinxx, que fácilmente podrían decirle nenaza y se echaba a llorar.

—¿Chicos? — Preguntó levantándose del suelo, dejando todo regado y yendo hacía el sofá libre.

—¿Qué?

Andy se mordió el labio y por un momento y se pensó muy seriamente en la reacción de Jake. No la de Jinxx, si no la de Jake. Podría tomárselo tanto a pecho que podría ahorcarlo, por creer que estaba burlándose de ellos o más bien de él. No dejaba que el hecho de tener novio le hiciera menos.

—Uhm... ¿Cuándo decidieron ser Gays? — Preguntó rojo de las mejillas y blanco de los nudillos de lo fuerte que tomaba el filo de su camiseta. Jake giró la cabeza, alzó una ceja y lo miró mal. Andy sintió que se pararía a darle por culo.

—Cuando tú decidiste ser Bisexual—. Contestó Jake.

—Oye, cállate—. Le golpeó Jinxx al notar la mala espina de Jake en su respuesta—. Andy, nunca. No es algo que hayamos decidido, no es como levantarte de tu cama una mañana, y tomar unos jeans y zapatos.
Andy lo miró y vio como Jinxx se levantaba del pecho de Jake para hablar mejor con él y lo agradeció infinitamente aunque Jake se pusiera celoso.

—Ya, pero ¿Han intentado salir con alguna chica? —Jinxx señaló a Jake, y los ojos de Andy viajaron a él. Eso no lo sabía— ¿Cómo fue?

—No es algo de lo que quisiera hablar.

—Vamos, cuéntale al pequeño Andy como fue—. Jinxx se inclinó hacía él y le propino un lametón en la mejilla que hizo saltar a Andy en su lugar, poniéndose nervioso por ver aquello. Jake suspiró y se desparramo en el sofá acomodando su cabeza hacia atrás para comenzar a hablar.

—Uhm, era una chiquilla mucho menor que yo, se llamaba Abigail y digamos que solo la invité a salir, por tres o cuatro días. Nunca quise besarla, era fea la pobrecita. Quizás por eso no funcionó, tal vez debí buscarme una más buena, y con curvas— Jinxx abrió la boca y volteo a verlo, como era de esperarse, su novio le ignoró—. Bueno, uhm, el ultimo día quise acostarme con ella, pero digamos que no me excitaba. Como dije era fea. Además me sentí acosado.

—¡Yo no sabía eso! ¿¡No que era muy amigo tuyo!?—Jake se encogió de hombros y lo dejó pasar—. Bueno, ya, pero ¿Con alguien más? — Andy insistió.
Jake levantó una mano hacia la cabeza de Jinxx y lo señalo.

—No, después de aquello Jinxx apareció cayéndose como tonto de una bicicleta, frente a mi casa mientras me fumaba unos cigarros y ya sabrás.

—Joder, ¡Que no me caí de la bicicleta! Sólo, la gravedad me jaló—. Se defendió Jinxx casi pateando el suelo.

—Ajá, claro, por supuesto, seguro, la gravedad. Sobre todo—. Andy interrumpió de nuevo.

—¿Cómo saben o no creen que no es solo una fase?

Jake y Jinxx se miraron dudando de aquella pregunta y ambos maquilaban respuestas diferentes en sus cabezas, alguna que sonara buena, y sobre todo, realista.

—No lo creo—. Aseguró Jinxx—, a mi me gusta Jake y me gusta mucho, no es una fase, es que sé que le amo y digamos que se trata de la vida misma ¿Entiendes? — Andy asintió, pero realmente no había entendido nada.

—Y ¿No les importa que les molesten? — Pregunta estúpida se abofeteo mentalmente Andy.

—No—. Contestaron en unisonoro. — No nos importa, y si alguien nos intenta denigrar, fácil puedo hacerlo rodar—. Finalizó Jake.

—Y… ¿La iglesia?

Jake soltó una carcajada tan fuerte que casi les reventó los tímpanos a los dos chicos menores.

—Andy, por dios, esa pregunta. Sabes que la iglesia es imagen, nadie puede asegurarte nada ahí, solo es una forma de sacarte dinero, ya sabes, como la política, pero esta vez o más bien en esta situación, ocupando imágenes ‘divinas’ y la creación de la humanidad como algo maravilloso. Las personas que están dentro de una iglesia no son benditas, son personas corrientes, que hacen creer muchas cosas. “Dios ama a todos por igual”… “La biblia prácticamente nos niega a nosotros los homosexuales”. Contradicciones hay muchas. ¡Es una farsa chiquillo tonto! No lo creas.

—¿Por qué? — Preguntó de nuevo.

—¿Por qué, qué?

—¿Por qué todo el mundo nos desprecia? ¡Mi madre! ¡Si ella se enterara sobre mi gusto por los chicos, me castraría.

—Las personas fueron/fuimos creadas para reproducirnos. Hombres con mujeres, para crear y crear las sociedades. Pero yo creo que por algo existen los sentimientos y con eso me refiero a los sentimientos entre personas del mismo sexo.

Andy lo pensó.

Además la mirada de esos dos era muy dulce que sentía que el amargaba con su presencia. Claramente a ninguno de ellos dos les importaba lo que les sucedía alrededor, Jake con su ego muy fuerte, rompía brazos y piernas si quería y Jinxx siempre andaba colgado de su cuello. Y por esa razón nadie les atentaba.

Ambos eran guapos y simplemente no podía imaginar las embolias de las chicas. Esas que cuando los miraban por separado, les atraían físicamente, intentaban ligarles y lo sentían difícil; pero en cuanto los veían juntos y besándose, explotaban y hasta vomitar su desayuno querían las pobres.

Él estaba consiente en que la religión la homosexualidad estaba condenada, y era algo que a él le asustaba —solo un poco—, pero él aún creyendo que era así, teniendo una pareja, entonces estaría juntos si murieran. Pero ¿Y si moría sólo, sin pareja?

Sacudió la cabeza y concentró su mirada de nuevo a sus dos amigos que ahora estaban besándose enfrente de él. Les miró con la boca abierta y luego se carcajeo mentalmente. Parecía pervertido.

—Y díganme — Andy se aclaró la voz—, ¿Quién de ustedes dos es la mujer?

Jinxx se despego de Jake empujándolo y cuando planeaba aventarse contra Andy, Jake soltó un bajo “él” que le hizo girar y atacarlo a él con rasguños y golpes ligeros, terminando los dos acostados de nuevo abrazándose. Jinxx definitivamente era muuuy afeminado.

—Pequeño Andy, eso es algo que jamás se pregunta.

Andy apuntó eso mentalmente y les dejó de nuevo para irse a tirar al suelo a seguir limpiando.


;;;


Enseguida en la mañana, Andy estaba rodando en el suelo. No había pegado un ojo en toda la noche por dos razones: Seguía muy ocupado pensando sobre una relación gay para él y los ronquidos de Jake. Roncaba tan fuerte que golpeo su cabeza contra el azulejo del suelo y luego le dolió. ¿Cómo es que a Jinxx no le molestaba aquello? Por dios. Parecía que le mataban.

“Cuando te gusta alguien, no le vez los defectos.” Murmuró Jinxx, cuando Andy le había pedido que le tapara la boca con algo y luego peguntándole sin a él no le molestaba.

La luz del día comenzaba a aparecer en su ventana y Andy ya se sentía con ganas de levantarse corriendo y hacer un millón de cosas. Bueno, ese un millón de cosas era una carta perfecta. La carta perfecta para Oliver.

Trató de forzar su mente, imaginando la cara de Oliver sin esa mueca tan rara en la cara. Sus manos sostenían la foto e incluso estaba doblada, para solo poder apreciar lo principal. A él.

Cuando no soportó más el suelo, se levantó de ahí para correr a sus pequeña mesa que ocupaba para sus tareas y tomando una hoja de reciclaje, comenzó a escribir un grande y con paciencia “Querido Oliver:”

—¿Qué haces?

Jinxx estaba despertando y estaba sorprendiéndolo haciendo algo que para ellos era chocante y estúpido. 

Rápidamente jaló un libro de geografía grafica, y colocó sobre la hoja que comenzaba a ser escrita y lo abrió sobre cualquier página dejando ver el mapa de Estados Unidos con colindancia a Canadá.

—Nada—. Murmuró bajo buscando su ciudad y la ciudad de él. No recordaba que estuvieran tan lejos. Alrededor de diez horas en coche o autobús, dependiendo del trafico, su estómago y su vejiga. Mucho tiempo, con el trasero fijo en un asiento.

—¿Nada? — Se escuchó como sus pies golpeaban el suelo y se acercaba arrastrando los pantalones de pijama de Andy, pues aunque fuera más grande que él por edad, Andy era una tremenda jirafa a su lado.

—Estudio… Los estados.

—Andy, eres muy inteligente como para… — El ronquido ahogado de Jake les hizo voltear y vieron como este se acomodaba boca abajo para seguir durmiendo.

Andy tomando eso como distracción, cerró el libro de golpe y se levantó de su silla de computador, atrayendo la mirada de Jinxx, ambos rieron un poco y luego colocándose las pantuflas de garras, caminó en silencio, para salir hacia la cocina. Jinxx no dudo en seguirle dejando a Jake durmiendo.

Ambos bajaron las escaleras encontrando todo a su paso muy limpio, y es que Andy ni siquiera había limpiado bien toda la soda regada. Eso significaba que los padres de Andy habían llegado y eso significaba también una buena reprimenda por el desastre… y ah, por —sobre todo—, haber dormido con sus amigos en su cuarto.

En cuanto pisó la cocina, su mamá se giró asustada hacía él. Luego soltó un suspiro y sonrió para los dos chicos que parecían con cara de ‘sueño’. Uno por no haber dormido nada y el otro por querer seguir durmiendo, pero sabiendo que es inapropiado para estar en casa ajena.

—Andy, ¿dejaste tirado soda por el suelo anoche? Sabes que eso no se hace, no debes estar jugando con la soda, te manchará la ropa y te pondrá horrible tu cabello, además de que puedes dejar manchado el suelo y los sofás del salón, estas en serios problemas, jovencito.

—Sí—. Contestó casi con miedo a sus palabras, y tan rápido que más bien se escuchó como un murmuro. Jinxx le pateo debajo de la mesa y Andy alzó la mirada, viéndole rojo. Se quería reír pero no podía.

Le aventó una patada con su larga y fina pierna de adolescente que le cayó un poco mal a Jinxx que enseguida sacó todo el aire de sus pulmones y dejó caer la cabeza a la mesa haciéndola sonar. Amy los miró con el entrecejo fruncido y Andy aprovecho para hablar.

—¿A dónde te llevó papá?

—¡Andy! ¡Eso no se pregunta! —. Le gritó sonrojada Amy. Andy había logrado su intención.

Poniendo dos platos en la mesa para los dos adolescentes, con cubiertos y un vaso de malteada de chocolate, más un bote pequeño de mermelada y uno más grande de miel, colocó un plato extra con hot cakes para que cada chico desayunara a su antojo. Salió dándoles privacidad en la cocina, pero no la suficiente como para que aquel chico gay violara a su hijo.

—¿No pensabas huir a donde quiera que sea allá, verdad? — Preguntó Jinxx tomando un hot cake, partiéndolo con elegancia y mirándolo para luego fruncir los labios y alcanzar la mermelada y la miel con su mano libre. Y seguía sin mirarlo.

—¿Qué? —. Andy optó por hacerse menso, era la mejor idea que le había ocurrido jamás y la ocupaba para casos de emergencia como este.

—Escribías una carta a ese sujeto taaaaan vago.

—Tú tienes tatuajes y no eres vago—. Infló su pecho y miro a Jinxx soltar el tenedor haciéndolo sonar contra el plato. Pero entonces soltó todo el aire cuando vio que realmente no le había molestado, más bien iba a tomar un sorbo de chocolate.

—Es diferente, lo sabes.

—Claro que no—. Defendió Andy—, pues no lo conoces, quizás es un empresario…

—No contratan en empresas a sujetos con tatuajes, lo sabes.

—¿Qué me dices de ti? — Atacó Andy de nuevo con lo mismo. —También tienes tatuajes ¡Y no lo niegues! ¡Entraras a una empresa! ¡Jake también! Bueno, no a una empresa, pero trabajará, tendrá profesión.

—Vale, pero que son de nuestros padres ¿te cae? ¡Pero tú no entiendes! No sabes quien es ¿Un violador? ¿Secuestrador? ¿Asesino? Andy, las apariencias engañan, y tú, no te engañes pequeño gato, estás muy chico para pretender hacerte el maduro. No es seguro y te pones en riesgo mandando cartas, y peor aún, poniendo tu remitente. Pésimo Andy, pésimo—. Jinxx agarro un pedazo grande de hot cake y lo llevo a su boca para luego casi ahogarse y tenerse que golpear ya que Andy no parecía muy animado en hacerlo. 

Tomo chocolate y respiró cuando su garganta estuvo libre.

Andy tomó un hot cake y lo paso a su plato llenándolo de mermelada y miel hasta gotear. Se sintió un poco mal por aquello que Jinxx le decía. Cada vez que Jinxx le soltaba cada palabra casi como un regaño o insulto, su tenedor que tomaba el hot cake, cortaba y despedazaba al mismo tiempo la comida, comenzó a sentir ansiedad e impotencia, mientras que Jinxx seguía soltando cada barbaridad casi pareciera que en su contra. Sus ojos se sintieron arder y su tenedor seguía golpeando el plato con mayor fuerza queriendo pararse y golpearle en la cara.

Su enojo fue interrumpido por un Jake somnoliento en la puerta de la cocina, recargado y tallándose los ojos. Su expresión fue tan divertida que casi olvido que estaba por partir una cara.

—Noetabn—. Habló Jake con la garganta y boca tan pastosa que ni se le entendió tanto. Pero había a la mano, un lindo y ojiazul, además de chocante también, traductor.

—Estabas roncando Jake, no dejabas dormir bien—. Reclamó Jinxx para luego dejar su desayuno y comenzar a servirle en su mismo plato a su novio. Muy flojo como para tomar otro. Jake bostezó sentándose al lado de Jinxx y recargó su cabeza en su hombro cerrando los ojos.

—Por cierto Andy ¿Qué te pasa? Tienes los nudillos blancos y entierras el cubierto en el plato.

—Nada, lo siento, tengo sueño, eso—Lo soltó y respiró hondamente—, voy a bañarme, desayunen y luego… no sé, se bañan—. Balbuceo y luego salió corriendo escaleras arriba.

Sin hacer caso a los llamados de su mamá y de sus amigos, corrió a su cuarto y se encerró, poniendo el seguro a la puerta y camino hacia su escritorio.

Ese tal chico Oliver no se le hacía mala persona, Jinxx exageraba en todo y esta vez no era la excepción. 

Aunque aquel chico tenía más tatuajes que sus amigos, Andy, creía que era igual de inofensivo que ellos, realmente una persona no puede dañarte. Además en la carta sonaba lindo y amigable. ¿Y si mentía?

¿El también debería mentir un poco?

‘Querido Oliver:

Gracias por las fotos y tú foto, me causo mucha gracia, me pareces una persona tan simpática y me alegra haberte conocido por medio de fotografía. Me sentí tan bien al haber recibido la carta, realmente creí que nadie la contestaría y como ahora cada vez me queda menos tiempo de vida…’

Mentiría solo un poco hasta descubrir un poco más de ese tal Oliver.

1 comentario:

  1. jdksdfa no recuerdo si comenté en el capitulo anterior (shit! ._.) Well, ahorita veo xdddd

    alalala y nada, seguiré leyendo XDDD
    aiiooos!!(?)

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