Hola de nuevo. Un pequeño drabble Janxx para mi querída Rubí. Este es su regalo de Navidad.
Nota: No había montaje Janxx dandose pico :c
![](http://2.bp.blogspot.com/-ZnfHNtTpshI/UrvH-NIFKqI/AAAAAAAAAtw/O_8bJ3xgkF0/s400/537285_555055191246964_1673742789_n.jpg)
Janxx: Jinxx Ferguson y Jake Pitts.
—¿Dónde
está Jake? — Preguntó una voz demasiado gruesa para mi gusto. Tragué saliva y
le hice una señal con el dedo índice sobre mis labios para que se mantuviera
callado.
—Cállate,
no le presiones, puede llegar cuando quiera. — Murmuré con los dientes
apretados, mirando fijamente la puerta principal, ansioso de más porque esta se
abriera. Pero pasaban los segundos y todo seguía igual.
—Jinxx,
faltan diez minutos para que den las doce de la madrugada. Se jode. — Andy me
dio un empujón que me causo un temblor por todo el cuerpo.
¿Dónde
mierda estaba Jake? Le había dejado unos veintiséis mensajes y unas treinta
llamadas perdidas más las que no entraron porque había apagado el móvil. Dejé
caer el teléfono al suelo y me coloqué debajo de un muérdago colorido (que
por cierto me costó colocar debido a la altura) que colgaba del marco de la
puerta del salón. Le miré y me coloqué de puntitas para tocarlo, pero me fue
imposible. Bajé los talones y mi mirada regresó a la puerta principal que seguía
intacta.
Desvié la
vista y observé con cierta melancolía a mis amigos con sus parejas: Oliver y
Andy, Chris y Ashley. Mi rostro se contrajo en una mueca de decepción. Solté un
suspiró y de nuevo miré a la puerta con la esperanza latente en mi corazón.
Quizás
había tráfico, quizás estaba en camino, quizás… yo no le era muy importante. Podría
ser un tanto frívolo, serio, amargado o demás, pero nunca creí que me dejara
solo una noche en navidad. Todo menos eso.
Tomé el vaso de ponche entre mis manos y lo
apreté haciendo que se le hicieran grietas y el líquido bajara como unas cascadas.
Lo tomé todo de un trago y me aguanté las lágrimas que amenazaban con salir descontroladamente.
Suspiré
de nuevo y miré una vez más el muérdago sobre mi cabeza. Con más esfuerzo, me
paré de puntitas y con la yema de los dedos logré tocarla haciendo que está
cayera justo sobre mi cabeza, rebotara y diera un golpe seco contra el suelo.
—¡Amigos!
—Habló Andy con la voz gruesa y rasposa que tantas veces me causaba nervios.
Todos le miramos y tomó su copa llena de alcohol. Los chicos le imitaron excepto yo.
— Es media noche. ¡Les amo a todos y feliz navidad! —Gritó y se empinó el vaso
con alcohol cayendo en los bazos de Oliver que comenzó a reír con ganas. Chris
y Ash se tomaron por las manos libres y unieron sus labios en un húmedo beso
para luego separarse y abrazar a la pareja de junto.
Los miré
con una ceja levantada y decidí ignorarlos. Dolía. Me había dejado solo. Miré
de reojo la puerta principal, pero esta seguía cerrada. Ya no valía la pena
esperar. Me puse de cuclillas para recoger el muérdago pero grata fue mi
sorpresa al no encontrarlo a la vista.
Giré la
cabeza mirando a todos lados hasta que una mano apareció con el pequeño muérdago
sobre ella. Alcé la mirada asustado y el rostro de Jake demasiado serio, pero a
la vez contento estaba muy cerca del mío.
Me
levanté de golpe y él me imitó solo que más relajado.
—Creíste
que no llegaría ¿cierto? — Preguntó y me tomó de la cintura, pegándome al
instante a su cuerpo. —No me perdería de la oportunidad de besarte bajo el muérdago.
Abrí los
ojos demasiado sorprendido de que mencionara aquella superstición tonta y
observé como el muérdago en su mano era colocado sobre nuestras cabezas
mientras él se apoderaba de mis labios con urgencia.
—Feliz
navidad Jinxx.
—Feliz
navidad Jake, bésame.
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