miércoles, 25 de diciembre de 2013

Mistletoe

Hola de nuevo. Un pequeño drabble Janxx para mi querída Rubí. Este es su regalo de Navidad.

Nota: No había montaje Janxx dandose pico :c



Janxx: Jinxx Ferguson y Jake Pitts.





—¿Dónde está Jake? — Preguntó una voz demasiado gruesa para mi gusto. Tragué saliva y le hice una señal con el dedo índice sobre mis labios para que se mantuviera callado.

—Cállate, no le presiones, puede llegar cuando quiera. — Murmuré con los dientes apretados, mirando fijamente la puerta principal, ansioso de más porque esta se abriera. Pero pasaban los segundos y todo seguía igual.

—Jinxx, faltan diez minutos para que den las doce de la madrugada. Se jode. — Andy me dio un empujón que me causo un temblor por todo el cuerpo.

¿Dónde mierda estaba Jake? Le había dejado unos veintiséis mensajes y unas treinta llamadas perdidas más las que no entraron porque había apagado el móvil. Dejé caer el teléfono al suelo y me coloqué debajo de un muérdago colorido (que por cierto me costó colocar debido a la altura) que colgaba del marco de la puerta del salón. Le miré y me coloqué de puntitas para tocarlo, pero me fue imposible. Bajé los talones y mi mirada regresó a la puerta principal que seguía intacta.

Desvié la vista y observé con cierta melancolía a mis amigos con sus parejas: Oliver y Andy, Chris y Ashley. Mi rostro se contrajo en una mueca de decepción. Solté un suspiró y de nuevo miré a la puerta con la esperanza latente en mi corazón.

Quizás había tráfico, quizás estaba en camino, quizás… yo no le era muy importante. Podría ser un tanto frívolo, serio, amargado o demás, pero nunca creí que me dejara solo una noche en navidad. Todo menos eso.

Tomé el vaso de ponche entre mis manos y lo apreté haciendo que se le hicieran grietas y el líquido bajara como unas cascadas. Lo tomé todo de un trago y me aguanté las lágrimas que amenazaban con salir descontroladamente.

Suspiré de nuevo y miré una vez más el muérdago sobre mi cabeza. Con más esfuerzo, me paré de puntitas y con la yema de los dedos logré tocarla haciendo que está cayera justo sobre mi cabeza, rebotara y diera un golpe seco contra el suelo.

—¡Amigos! —Habló Andy con la voz gruesa y rasposa que tantas veces me causaba nervios. Todos le miramos y tomó su copa llena de alcohol. Los chicos le imitaron excepto yo. — Es media noche. ¡Les amo a todos y feliz navidad! —Gritó y se empinó el vaso con alcohol cayendo en los bazos de Oliver que comenzó a reír con ganas. Chris y Ash se tomaron por las manos libres y unieron sus labios en un húmedo beso para luego separarse y abrazar a la pareja de junto.

Los miré con una ceja levantada y decidí ignorarlos. Dolía. Me había dejado solo. Miré de reojo la puerta principal, pero esta seguía cerrada. Ya no valía la pena esperar. Me puse de cuclillas para recoger el muérdago pero grata fue mi sorpresa al no encontrarlo a la vista.

Giré la cabeza mirando a todos lados hasta que una mano apareció con el pequeño muérdago sobre ella. Alcé la mirada asustado y el rostro de Jake demasiado serio, pero a la vez contento estaba muy cerca del mío.

Me levanté de golpe y él me imitó solo que más relajado.

—Creíste que no llegaría ¿cierto? — Preguntó y me tomó de la cintura, pegándome al instante a su cuerpo. —No me perdería de la oportunidad de besarte bajo el muérdago.

Abrí los ojos demasiado sorprendido de que mencionara aquella superstición tonta y observé como el muérdago en su mano era colocado sobre nuestras cabezas mientras él se apoderaba de mis labios con urgencia.

—Feliz navidad Jinxx.

—Feliz navidad Jake, bésame.

No hay comentarios:

Publicar un comentario