miércoles, 25 de diciembre de 2013

Sorpresas Navideñas.

Bueno, primero que nada quiero desearles Feliz Navidad y un Próspero 2014. Las cosas que no lograron hacer este año, les esperan con ansias el año que viene y me incluyo. Me voy a la universidad. En fin, pasenla demasiado bonito con su familia. Recuerden que no todo es regalos, lo importante es el amoooooor(?). Ok ya, ni creo que lean esto por querer leer el Sysack.

Nota: Si hay algún horror ortográfico, perdonenme, no tenía nada para hoy y lo escribí demasiado rápido. Si encuentran, me dicen para editar.

Feliz Navidad.





Por Andy:

—¡Más! ¡Así! Oh dios mío, Oliver. — Me mordí el labio al sentir como tomaba mis caderas y tiraba de ellas hacia arriba acomodándome mejor para recibir las embestidas.

—No te muevas —. Gruño cerca de mi oído. Me quedé quieto con el trasero al aire, esperando el sentir el contacto de su piel desnuda y así fue.

Me penetró en ese instante con lentitud, abriéndose paso entre mis paredes internas. Le sentía completamente, esa agradable sensación que me llenaba totalmente, me hacía querer tocar el cielo y jugar con las estrellas.

El vaivén que al instante comencé a sentir, me provocó el hundir mi cabeza entre las sabanas como un avestruz. El color escarlata en sus mejillas, comenzaba a teñir sus tatuajes de colores más vivos, provocándome el primer espasmo a nada de llegar al orgasmo aún y cuando acabábamos de comenzar.

Tomé las sabanas a mi alcance y me cubrí la cabeza con ellas para poder dar rienda suelta a los gritos que me estaba callando. Porque no estábamos solos. En la planta baja había una reunión pequeña de nuestros padres y amigos dando a conocer nuestro compromiso. Pero las bebidas y la música no tan fuerte nos obligaron a terminar en la primera habitación que no encontramos vacía al subir las escaleras.

—Andy. — Tiró de las sabanas que había puesto sobre mi cabeza y las lanzó a un lado para echarse sobre mi espalda. Su peso me recostó sobre la cama y haciéndome sentir más profundidad en las embestidas. Estaba salivando demasiado y mi vista estaba completamente nublada.

Dejó un beso sobre uno de mis hombros y paso un brazo rodeándome por el vientre, alzándome y pegándome a su cuerpo haciéndome sentir el segundo espasmo. Los dedos de mis pies se contrajeron y los gemidos de mi parte estaban demasiado subidos de tono. Sus gruñidos en mi oído y sus lametones en mi cuello me sacaron otros dos espasmos más.

Su mano viajó de mi cintura de donde me sujetaba fuertemente, hasta en mi entrepierna. Cerré los ojos aceptando que era inútil tenerlos abiertos y sumido en el placer que comenzaba a sentir de manera descontrolada, relajé el cuerpo sintiendo mi cuerpo estremecerse por los espasmos, haciéndome saber que cada vez estaba más cerca.

Oliver embistió con más fuerza y alcé mis caderas para que la penetración fuera dura y directa y así fue. En tres embestidas me corrí sobre las sabanas gritando descontroladamente y él dentro de mí con fuerza.

—¡Sí, sí, sí! ¡¡Síii!!

— — —


—¡No, no, no! ¡¡Nooo!! — Grité y luego me tapé la boca con terror y tristeza. Estaba jodido, era la palabra correcta.

Me dejé caer de espaldas en la puerta del baño dando rienda suelta a las lágrimas que se acumulaban en mis ojos. ¿Por qué? No podía creerlo. Cerré los ojos y primeras gotitas saladas comenzaron a caer sobre mis mejillas.

—¿Andy? ¿Ya está? Sal por favor.

Anne estaba sentada sobre el banquito frente al tocador, esperando ansiosa por una respuesta. Salí tambaleándome del baño limpiándome las mejillas que aún estaban algo húmedas y rojas, y toqué mi frente simulando una calentura que obviamente no tenía, pero ella notoriamente más emocionada y con alegría, ignoró mis gestos y  tomando el objeto entre mis manos, me empujó hacia la cama en donde caí como un costal de patatas.

—¡Oh mi dios! ¿Sabes que es esto! —Gritó soltándose a reír como loca, aplaudiendo por toda la habitación al ver el objeto que marcaba un 'Positivo' con dos rayitas. Solo me limité a verla y sentir como nuevas lágrimas llenaban mis ojos de nuevo.

—No lo digas por favor — Me apreté el vientre al sentir el estómago revuelto y cerré los ojos con fuerza. ¡Estaba jodido y a ella le daba gracia! Justo en ese momento sentí una arcada y me tapé los labios con fuerza, pensando en cualquier otra cosa que me distrajera. No tenía ganas de devolver el desayuno.

—Pero Andy, mira esto, es genial, ¡lo lograste! — Gritó intentando motivarme. Pero más bien me molestó. Lo decía como si lo hubiera estado buscado, yo no buscaba tener un bebé, no quería. Negué con la cabeza y me solté a llorar.

Sí no mal recordaba había sido producto de aquella vez que la sangre se nos acumuló en la entrepierna y nos encerramos en una habitación aún y con sus padres y amigos en la planta baja. Golpeé la almohada que tenía a mi alcance y comencé a llorar a gritos, maldiciendo todo lo que había pasado ese día incluyendo a Oliver y sus ganas de follar descontroladas ¡Oliver! Ni siquiera había pensado en él ¿ahora qué?

¡Embarazado! ¿Qué se supone que iba a hacer ahora? Estaba jodido y Oliver era un problema. Había escuchado tantas historias en donde las parejas eran siempre demasiado felices, amor brotaba por los poros de sus cuerpos y el sentimiento cálido se sentía al pasar uno frente a otro. Pero, que con la llegada de un bebé, eso era imposible, la magia se rompía y la pareja terminaba separada. Un nudo se formó en mi garganta al pensar que quizás Oliver podría dejarme y peor aún, con un bebé que iba a estar solo, sin un padre. No. Eso no quería. ¿Qué haría?

No podría mantenerlo solo, tendría que trabajar, horas menos de sueño, casi nada de comodidades para mí y más para el bebé. El apoyo de mis padres y amigos tendría que ser incondicional, haría las cosas más amenas y podría sufrir un poco menos por todo. Ropa, comida, pañales, baberos, zapatitos, accesorios, peluches. Y ni que decir cuando dejara de ser bebé. La escuela, los estudios, ¡la carrera! No, no podría, todo era tan complicado.

Pero ¿Y si nadie me apoyaba? ¿Dónde conseguiría todo el dinero para aquello? Tendría que estar dando lástima en la calle para que alguien me acobijara a mí y a mi bebé. Esa opción quedaba totalmente descartada. Darlo en adopción ni se diga, abortarlo tampoco. Quizás todo fue por una noche de exceso, ni siquiera recordaba si lo había pasado bien, pero el hecho de que de ahí haya comenzado a crecer un (mí) bebé, me hacía tomar un cariño inmenso al pequeño feto que llevaba en el vientre. Quizás fue un resbalón, quizás no lo previmos, quizás no queríamos por ahora, pero ese bebé ya venía en camino hacia a mis brazos y no le iba a negar la llegada.

Y así fuera con o sin Oliver, mi bebé iba a estar bien. No, no. Yo sin Oliver me muero, que se quede conmigo porque si no…

Mi llanto era totalmente descontrolado. Anne me miraba con el ceño fruncido sin hacer nada más que escucharme gritar y soltar algunas carcajadas. Pero es que ni siquiera le importaba el cómo me sentía.

—Oh Andy, vamos, deja de llorar. No es tan malo como parece — Se acercó a mí y acarició mi espalda dándome ánimos. Cuando mis sollozos ya no eran tan desesperados, tiró de mi brazo y me levantó con fuerza logrando ponerme de pie. Estaba mareado iba a caerme.

Arrastré los pies por el suelo, al sentir como ella me empujaba con fuerza para sacarme de la habitación. Mi cara bañada en lagrimas ni siquiera me dejaba ver bien, por lo que choqué con el marco de la puerta y caí de bruces contra el suelo.

—Oh… ¿por qué me pasa de todo a mí? — Y rodé en el suelo colocándome boca abajo, dejando caer con más intensidad, las lágrimas sobre mi rostro. Justo en ese momento me sentía la persona más miserable del planeta.

—¿Quieres dejar de llorar? Dudo mucho que puedas cuidar de un bebé si con los ojos abiertos te has golpeado con el marco de la puerta. — Resopló y tiró de mi tobillo para seguir con su tarea de sacarme de la habitación. —¡Vamos, tenemos cosas que hacer, no tenemos tiempo!

—Noouuu… — Golpeé mi cabeza contra el suelo al momento que escuchaba la puerta abrirse y me alarmé.

Era él, tenía que ser él. Casi como si el suelo se estuviera prendiendo en llamas, me levanté de un saltó y asomé la cabeza por el final de la escalera, mirándole entrar cargado con bolsas de obsequios en ambas manos y el gorrito sobre su cabeza cubierto de nieve que comenzaba a caer afuera. A dentro había muy buena calefacción y agradecía eso porque era muy friolento.

—¿Andy? — Su llamado fue muy suave, pero reconocía que estaba tan nervioso, que sentí como si me hubiera reprochado el quedar embarazado.

—Arriba. — Murmuré con voz ronca y limpiándome los ojos como si acabara de de despertar. Bostecé y bajé dando saltos pequeños en los escalones al momento de bajar. Pero como antes, mi vista seguía nublada que resbalé. Y si no hubiera sido por Oliver que iba a mi encuentro, me hubiera matado totalmente. —Lo siento, estoy… bien. — Murmuré con la voz chiquita y con los ojos aguados en lágrimas.

—Hey, ¿qué pasa? ¿estás bien? — Preguntó quitando el cabello sobe mi rostro y besó mis labios fugazmente. Si este chico dulce no se quedaba conmigo, iba a morir.

—Oliver—La voz de Anne me hizo levantar la mirada y acomodarme entre los brazos de Oliver que por cierto, ya comenzaba a calentarse del frío de la calle— Andy y yo debemos salir.

—¿A si? ¿a dónde van? — Murmuró viéndome a mí intentando encontrar alguna mentira.

—Oh es que estábamos… — Comenzó Anne y me alarmé. Su boca era tan floja y estaba a nada de decirle el gran problema que teníamos, por lo que la corté al instante.

—Vamos de compras. Sí ya sabes, ahorita hay muchas ofertas por invierno y las temperaturas bajan y bajan y es mejor comprar abrigos para esta temporada. — Me abracé y simulé temblar de frío.

—Oh lo sé, lo sé. Entiendo. Bueno, yo voy a darme un baño, hace frío y estoy cansado. Si quieres que vaya por ti, dame un toque. — Murmuró contra mis labios y me besó, para luego separarse y despedirse de Anne con un asentimiento de cabeza, subiendo a la planta alta.

—Larguémonos de aquí. — Murmuró ella pasándome un abrigo que había sacado de la habitación y tomó su chaqueta para salir al frío.

Tomó mi brazo y tiró de mí para sacarme de la casa como si nos estuvieran persiguiendo. Me estaba lastimando. Cuando estuvimos a una distancia prudente, me zafé de su agarre y le miré serio.

—¿Dónde mierda estás llevándome?

Ella sonrió y volvió a tirar de mi brazo, ignorando mi pregunta, arrastrándome contra mi voluntad.

— — —

Por Oliver.

Por fin era navidad. Las compras navideñas habían sido un completo caos. La gente corría por todos lados, buscando las ofertas más atrayentes de la temporada, buscando regalos geniales y baratos. Buscando un sinfín de cosas que solo lograba dividir a la gente. Me tocó ver riñas por pedazos de ropa en oferta y admito que igualmente me tuve que pelear con una mujer de avanzada edad por una chaqueta de cuero que sabía a Andy iba a gustarle. Era esa chaqueta o nada. Al final logré arrebatarla y comprar algunos pantalones y maquillaje para él. Esperaba con eso alegrarlo un poco.

Andy estaba nervioso últimamente, lo notaba. Nuestra navidad al final iba a ser solo para él y para mí en nuestra casa. No entendía el porqué, si unas noches antes había rogado y se había arrodillado por ir con sus padres a cenar, y tan solo de un día para otro, canceló todo, alegando que quería intimidad para nosotros por ser nuestra primera navidad oficialmente comprometidos.

Daba vueltas en el comedor como si pensara algo. Se le veía angustiado y a mi comenzaba a preocuparme. Cada que me veía disimulaba bastante, sonreía y reía como si nada, pero en cuanto fingía irme o lo espiaba de lejos, incluso llegaba a verle llorar.

—Oliver— llamó con voz bajita.

Alcé la vista y le vi apretándose el suéter por encima del vientre bastante nervioso. No estaba maquillado y había estado llorando. Sonreí débilmente y tomé la mano fría besándola con cariño. Sus mejillas se tiñeron de escarlata y me emocioné.

—¿Cenamos? — Pregunté.

Él me miró angustiado y su mirada me hizo borrar la sonrisa que tenía en el rostro. Algo andaba mal. Muy mal.

—¿Qué pasa Andy? Sentémonos y mientras cenamos me cuentas que pasa. — Andy negó con la cabeza. —¿No tienes hambre? Pero si eh notado que casi no comes. Eso te hará mal, puedes provocarte una… — Me callé al ver como sus ojos se llenaban de lágrimas.  — Andy.

—Oliver. — Tomó una de mis manos y la acaricié con el pulgar. —Quiero darte mi regalo de Navidad.

—Yo también tengo el tuyo, podemos cenar y luego… — negó con la cabeza de nuevo.

—Quiero dártelo yo primero, ahora. —Asentí con lentitud y él soltó mis manos para caminar hacia el árbol navideño que con esmero y entusiasmo él había puesto con mi ayuda. Me senté en el sofá y me acomodé un poco.

Brillaba tanto que por un momento me perdí en las luces reflejadas sobre las esferas. El movimiento de Andy tomando algo parecido a una hoja me llamó la atención. Se levantó y camino con lentitud hacia mi apretando entre sus manos ese pequeño pedazo de lo que quiera que fuera, envuelto en papel que tenía corazoncitos de forma navideña.

—Ábrelo. Ya.

Asentí y mi mirada fue hacia aquel pedazo de ¿papel? Forrado con un moño de color dorado. Desprendí el moño con facilidad y dándole vueltas, busqué los bordes del papel pegados con cinta adhesiva para abrirlo. Cuando los encontré escuché un sollozo demasiado fuerte para el silencio que reinaba por toda la casa. Andy estaba llorando de nuevo. Me negué a levantar la vista de lo que tenía en mis manos y quité el papel completamente para encontrarme con una tarjeta navideña que me dejó totalmente en blanco con una anotación con plumón negro de punta fina.

 “Feliz navidad futuro papá. – Andy.”

Con las manos temblorosas abrí la tarjeta y envés de escuchar un ruidoso chillido de tarjetas musicales con dibujitos de santa y regalos, una clara ecografía estaba pegada casi con amor en la tarjeta.

Las manos me temblaban de forma descontrolada y los pasos retrocediendo de Andy me hicieron darme cuenta de su depresión.

Andy lloraba y negaba con la cabeza.

—Yo… no puedo creerlo, esto. Andy. — Me levanté del sofá y le miré.

—Sabía, sabía que no lo querías, que te enojarías…

—¡No! — Corrí a su lado y le abracé con fuerza escuchándole soltar el llanto de alivió y se aferró a mi cuello con ganas. — No estoy enojado, no, no. Esto, no me lo esperaba.

—Creí que no me ibas a querer, que me ibas a odias, que ibas a dejarme, que no ibas a que-querernos—. Lagrimas salían sin control de sus ojos y solo me rompían más el corazón.

—No cariño, jamás lo haría y mucho menos si tienes a mi hijo aquí. — Coloqué un dedo sobre su vientre y él se revolvió nervioso. — Te amo Andy.

Lo estreché en mis brazos escuchando como sollozaba cerca de mi oído y con sus manos hechas puños, tomaba mi suéter parecido al suyo. Lo arrastré conmigo al sofá y lo senté sobre mis piernas acurrucándolo y besándole todo el rostro, intentando observar su vientre.

Como si me hubiera leído el pensamiento subió con suavidad el suéter y procedió a levantarse la playera haciéndome notar un pequeño bultito que no parecía más que un “comí demasiado”,  y que con unas letras plasmadas sobre la piel de Andy que me hicieron sentir el corazón latir fuertemente

“Feliz navidad, papá”

—Andy… — Hablé con los sentimientos atorados en la garganta. Andy asintió emocionado al igual que yo.

—Voy a tener a nuestro bebé. — Murmuró pasado unos minutos donde las lágrimas de mis ojos comenzaban a salir de la felicidad.

—Voy a ser papá. Andy, ¡voy a ser papá! — Le estreché con fuerza y extendí la palma de la mano colocándola sobe el vientre de Andy y le besé. —Es el mejor jodido regalo de navidad que he recibido nunca.

—Te amo Oliver.

Andy sonrió. Sonrió de nuevo como no lo había hecho días antes. Sus mejillas mojadas se iluminaban por el reflejo de las luces navideñas y sus ojos destellaban de la misma forma. Pero su mirada era muy clara, lo decía todo e incluso más claro que aquella tarjeta navideña.

“Feliz navidad, futuro papá”.

2 comentarios:

  1. No, pos yo aqui enterandome de que los hombres pueden quedar embarazados.
    Naaaa, esta genial no sabes cuanto me enternecí.
    de los sysack que he leido, solo me gustan los tuyos, eres una gran escritora!
    Feliz navidad :3

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    1. Andy era hermafrodito :( pero es un rollo explicarlo todo xD así que solo se embarazó y eso... estoy tanteando la zona Mpreg haber que tal sale, así que seguiré escribiendo algunos así :D
      ¡Feliz navidad a ti! Gracias por leerme.

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